La búsqueda del cepillo de dientes.

"Branches" de Midlake, it's hard for him but he tries..., la atmósfera es acuosa, ojos a medio cerrar, colores reflejados por una luz ténue, un día cruel. No hay depresión, no hay melancolía, no hay añoramiento, es decepción; es impotencia; es la tercera vez que empiezo con 'es'; y la primera en que así termino. La espalda molesta, la misma posición por largas horas, horas que valen 15 minutos (45 de divagar, deambular, evitar el propósito): La espalda es la víctima, el trabajo no se termina, ni se aprovecha bien el día, pero la espalda lo siente. El cuello son las nalgas superiores de la espalda; el lector se pierde y se da cuenta que la estructura está destructurada, nunca se construyó, o se está construyendo.

En su caminar, encontró un espejo, y le preguntó, Espejito, espejito, ¿te puedo tomar una foto?, pero lo que en realidad quería era tomar una foto de su reflejo en el espejo. Pensó en el color verde, el pasto, los alambrados, los collage de alambrados, en todo eso pensó. Al contemplar la ventana, observar sus contornos negros alrededor del amarillo, .la ventana con una figura en el centro, la semblanza de una persona; la rama que se atraviesa, se dio cuenta de que tendría que seleccionarla toda y pegarla a un lado, una copia, una copia de la ventana; -Pa'que se vea chido,- observó. Pero esa copia de la ventana no tenía sentido, ¿por qué, de repente, "se vería chido"? Los monjes sentados a su alrededor voltearon a ver sus caras incrédulas: -¿La otra ventana es una copia?!-

Áreas de dudosa precencia

Romiro descubrió que los newtownianos gustan mucho de los deportes extremos; un hombre puso una moneda de 2dls en el piso y antes de saltar lo retó propusiendo: "A que ahora sí me pegan,". Ramiro tomó una foto y se alejó instantáneamente. De repente, recordó la conjugación de un verbo, se detuvo por un segundo y decidió dejar las cosas como estaban.

Cráneos planetarios

La vida es una bolsa de papel que disfruta de columpiarse en los subeybaja de los parques, es una cáscara de plátano que no sabe jugar dominó, un cabello que huele a vidrio, un ratón que parece roedor- eeeeeeh y que se la cree, explicó Mauricio, - No, no, si esta historia no es existencial- replicó, con el frunzo ceñido- ésta sí es acerca de la vida y hasta me voy a cambiar el nombre.

Sentados debajo del molino, sus caras borrosas por la falta de flash, Romiro explicó porqué hay cierta gente que disfruta de tomar fotos sin flash cuando está muy oscuro; a veces se abre tanto el lente -Romiro acompañaba la conversación con gestos- que la luz más insignificante en la lámpara que está detrás se puede ver como una luz mística, llena de magia, intensa, encandilante. La casa de atrás era amarilla y Romiro traía su saco de 007 James Bond, Cada cabeza -concluyeron ambos- es un mundo.